Las semanas pasan, el tiempo avanza rápido, pero nos deja siempre posos de sabiduría gracias al encuentro con muchas personas que la vida nos regala.
El tiempo que pasa en valde, sin presencias, suele dejarnos una sensación de vacío y tristeza; en cambio, cuando hemos tenido encuentros que nos enriquecen, el paso del tiempo nos deja una sensación profunda de alegría.
Ha pasado una semana más y, como todos, he tenido la suerte de vivir presencias enriquecedoras; me gustaría subrayar dos de ellas.
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